• 21 febrero 2020
  • Estímulos fiscales a la I+D+i: grandes dinamizadores de las actividades innovadoras

Fomentar unas condiciones favorables para que las empresas inviertan en I+D debe ser una de las prioridades políticas y para cumplir con este objetivo se diseñan diferentes instrumentos en forma de ayudas directas o indirectas, como es el caso de los de estímulos fiscales a la I+D+i.

Las ayudas indirectas han ganado protagonismo y así lo demuestra el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al respecto, publicado a finales del año 2019, “Measuring R&D tax support: Findings from the new OECD R&D Tax Incentives Database”, en el que 30 de los 36 países de la OCDE otorgaban un tratamiento fiscal preferencial para los gastos a empresariales de I+D, destacando la evolución en la Unión Europea, donde hemos pasado de 12 a 21 países, desde el año 2000.

El volumen de incentivos fiscales de I + D aumentó en un 70% entre 2006 y 2016 en la OCDE, alcanzando € 37.5 mil millones.

Es relevante destacar que para los países OCDE, la proporción en media de este tipo de ayudas frente al total ha pasado del 36% en 2006 al 46% en 2016, siendo una tendencia muy homogénea entre la gran mayoría de los países, en el escenario comunitario, para el mismo intervalo temporal hemos pasado de un 31% a un 57%.

Fuente: OCDE. R&D Tax Incentives: Spain, 2018.

De acuerdo con los últimos datos disponibles, las deducciones fiscales para los gastos en I+D como porcentaje del PIB es representativo para países vecinos como Bélgica (0,30%), Francia (0,29%), Irlanda (0,25%), o Países Bajos (0,17%), frente a España donde sólo representan un 0,09%.

En cuanto al análisis efectividad de estos estímulos fiscales, del análisis de este informe se puede concluir que por cada euro invertido en este tipo de incentivos, se genera una inversión en I+D inducida muy próxima al mismo importe.

Estímulos fiscales y Alemania

Además, es importante considerar que países como Alemania que hasta el momento no contaba con este tipo de incentivos económicos, el pasado 29 de noviembre de 2019, el Bundesrat (Consejo Federal Alemán) dio “luz verde” a una ley que regula los estímulos fiscales para la I+D, en vigor a partir de enero 2020, con carácter permanente y evaluación de impacto tras los cuatro primeros años.

Los datos conclusivos del Informe OCDE hablan por sí mismos y una decisión como la de Alemania, reafirman el potencial de estos incentivos como dinamizador de las actividades innovadoras, esenciales para el desarrollo competitivo y sostenible del país. Pero se requiere de una entorno estable y previsible a largo plazo para las empresas a fin de conseguir un mayor impacto en las inversiones de I+D.

Noelia Escobar Izquierdo

Responsable Relaciones Institucionales e Intangibles en INCOTEC

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