INCOTEC reivindica en Valencia la innovación, el medio ambiente y la puesta en valor de los resultados de la innovación, como elementos clave de la estrategia fiscal

• Incotec ha participado en una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Valencia reivindicando la innovación como motor clave para el crecimiento empresarial.

• La compañía con delegación en Valencia ha contado con el apoyo de dos casos de éxito, la química Guerola y la emblemática Dacsa, para ilustrar cómo la innovación les ha llevado a crecer y diferenciarse en sus respectivos mercados.

• Bajo el título, ‘La innovación como motor de crecimiento empresarial’, la jornada organizada por la Cámara de Comercio de Valencia ha contado con la colaboración del MINECO (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad).

Valencia, 10 de marzo de 2017.- La innovación eficiente, el medio ambiente y la rentabilización de los resultados de la innovación, deben ser elementos clave dentro de la estrategia fiscal de las empresas. Es una de las conclusiones que puso ayer de relieve la consultora tecnológica INCOTEC, con delegación en Valencia, en el marco de la jornada técnica organizada por la Cámara de Comercio de Valencia sobre innovación en la que se puso énfasis en la relevancia de este tipo de inversiones y ayudas como motor de crecimiento empresarial.

Tras la apertura de la jornada a cargo de Rafael Mossi, Coordinador Gestión de Proyectos de la Cámara de Valencia, fue el turno de Ángel Pérez Riveras, representante de la Secretaria General de Fomento de la Innovación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Durante su presentación destacó el crecimiento en el empleo de la figura del ‘Informe Motivado’ como documento vinculante para la Administración Tributaria en cuanto a estas deducciones fiscales a la I+D+i, donde la Comunidad de Valencia partió en el año 2004 de 34 solicitudes de este informe, para cerrar en el ejercicio fiscal 2015 con 1.080, ocupando la tercera posición por CCAA.

Esta evolución, según ha podido ampliar INCOTEC, corresponde con las últimas cifras publicadas por el INE en cuanto a Estadísticas de I+D+i para el 2015. En concreto, la Comunidad Valenciana arrojaba un total de 1.885 empresas innovadoras y una cifra de gasto en innovación de 911.549 euros (6,7 % del total nacional) que la posiciona como la 4ª por detrás de Madrid, Cataluña y el País Vasco.

En el ecuador de la jornada, Alejandro Ferrero, director general de la consultora estratégica INCOTEC, aprovechó su intervención para destacar cómo “el empleo de los diferentes mecanismos de incentivos fiscales a la I+D+i es una potente herramienta para organizar y sistematizar estas actividades y obtener ahorros fiscales”. La compañía, que asesora a las empresas de la Comunidad Valenciana en sus estrategias fiscales de innovación, como Dacsa y Guerola, promueve el ciclo integral de la innovación eficiente «de la idea al mercado”, conoce en profundidad todos los instrumentos fiscales, financieros y tecnológicos existentes, aportando las máximas garantías en cuanto a la seguridad fiscal en los proyectos.

Precisamente, los casos de éxito de empresas como Dacsa y Guerola cerraban la jornada e ilustraban ante los asistentes cómo la apuesta sostenida por la I+D+i les ha llevado a sistematizar el proceso innovador desde la generación al resultado, inculcar una cultura proactiva al respecto, mejorando su posición competitiva y obteniendo significativos retornos.

Según la consultora tecnológica, “la innovación contribuye al crecimiento y a la diferenciación de las empresas a través de objetivos realistas y resultados medibles”. Precisamente por eso, la existencia de diferentes instrumentos de ayudas indirectas y medios de cobertura del riesgo, hace que la configuración de una estrategia fiscal a la innovación ‘sea clave en la empresa’, valoró el director de INCOTEC.

Alejandro Ferrero señaló también el auge de la puesta en valor de los conocimientos o activos intangibles derivados del proceso innovador de la empresa. El director de INCOTEC apuntó que esto ya es una realidad en países como Estados Unidos o Inglaterra donde en las valoraciones empresariales comienzan a tener más peso el valor de sus activos intangibles que el de sus tangibles.