El papel de la digitalización de las empresas españolas y España Digital 2025

A lo largo de las dos últimas décadas, los sucesivos Gobiernos de España han ido adoptando programas para el avance digital, alineados con las agendas digitales europeas, que han servido de marco para impulsar un proceso de despliegue de infraestructuras y desarrollo de un ecosistema empresarial y tecnológico en un ámbito clave para la productividad económica, la vertebración territorial y el progreso social.

Fruto de estos programas, España está relativamente bien situada en la digitalización de la Administración. Sin embargo, el progreso ha sido más limitado en el terreno de la digitalización de la industria y la empresa – especialmente PYMEs -, en el ámbito de la I+D+i y de la capacitación digital de la población.

¿Qué es España Digital 2025?

España Digital 2025 plantea un conjunto de medidas con el objetivo de contribuir de forma considerable a cerrar las diferentes brechas digitales que se han ensanchado en los últimos años. Brechas de acceso y uso de las tecnologías digitales, que se han hecho especialmente visibles durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, la cual ha acelerado el proceso de digitalización, poniendo de relieve las fortalezas y también las carencias tanto desde el punto de vista socioeconómico, de género, generacional, territorial, o medioambientales.

Existe una fuerte correlación entre el grado de desarrollo de un país (por ejemplo, medido por su PIB per cápita) y su nivel de digitalización. En este sentido, el proceso de digitalización de la economía española se encuentra en sus primeras etapas.

España, comparada con la media de la UE, presenta un buen nivel en el equipamiento digital de las empresas, pero un peor comportamiento en relación con el comercio electrónico, sobre todo en el caso de las microempresas de menos de 10 empleados, que son la mayoría del tejido empresarial de nuestro país. Además, somos un país con una baja participación de las empresas tecnológicas en el conjunto de la economía y con una tasa actividad emprendedora por debajo de la media europea.

España Digital 2025 abordará un conjunto de medidas con diversos objetivos específicos orientados a acelerar la Transformación Digital de las PYMEs mediante la participación y el compromiso de todos los agentes implicados, públicos y privados, que llevan años realizando una importante labor apoyando a las empresas y desarrollando programas destinados a su transformación digital, como son, entre otros, Red. es, ICO, CDTI, EOI, las Cámaras de Comercio, las asociaciones empresariales, los colegios profesionales, etc., impulsar el emprendimiento digital nacional e internacional residente en España y la proyección internacional del emprendimiento digital nacional, fortalecer el sector del capital privado en España para start-ups y atraer teletrabajadores del resto del mundo aprovechando las condiciones diferenciales que tiene España para convertirse en un hub mundial para el teletrabajo.

Estos objetivos vienen reforzados por la futura Ley de start-ups, la cual tiene por objeto crear un marco normativo que no sólo facilite la creación de nuevas start-ups e impulse su crecimiento, sino que además convierta a España en un lugar preferente para que entes inversores y start-ups europeas elijan nuestro país como lugar de establecimiento. Se quiere potenciar así un ecosistema de emprendimiento digital fuerte, con un alto contenido en innovación y generador de empleo estable y de calidad.

Con este marco, se hace imprescindible la potenciación y modernización de los instrumentos de financiación pública al emprendimiento digital y a las PYMEs mediante la creación de un fondo público-privado que, junto con fondos privados, invierta en PYMEs y en startups tecnológicas con alto potencial de crecimiento y creación de empleo. Entre ellas, aquéllas que desarrollen soluciones basadas en Inteligencia Artificial y demás tecnologías habilitadoras digitales (como la computación en la nube, tecnologías del lenguaje e imágenes, Internet de las cosas, tecnologías de registro distribuido, ciberseguridad, o el big data & analytics).

Se trabajará en diversas áreas de trabajo que incluyan una mejor comunicación sobre la importancia y las ventajas de la sociedad digital entre la población en general, la promoción de la adopción de soluciones tecnológicas en las empresas, especialmente en las de menor tamaño y un mayor desarrollo y utilización de los servicios públicos digitales.

Todas estas acciones no serán efectivas si no se promueve la alfabetización digital en todos los niveles, así como el fortalecimiento de la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para reducir la brecha entre la formación de especialistas en TIC y el empleo de estos en la economía, a la vez que se realicen mayores esfuerzos para atraer el talento internacional y la visibilidad de los ya existentes.

La digitalización de la economía pasa por la transformación de las empresas para adoptar nuevos procesos, invertir en nuevas tecnologías y la formación de su personal, aplicar las tecnologías digitales a la transformación de su negocio y lograr así un aumento de su productividad, de su competitividad y de su rentabilidad futura y debe de ser un pilar fundamental para mitigar el impacto negativo del envejecimiento de la población en las economías avanzadas, siendo un elemento diferencial para el desarrollo y transformación de los países en sociedades del conocimiento y la información.

Raúl Moreno

Responsable de Proyectos TIC